La paradoja de los gemelos o de los relojes, propuesta por Albert Einstein, es un experimento imaginario que estudia las diferentes percepciones del tiempo entre dos espectadores con diferentes estados de movimiento. Los actores son dos gemelos, y el primero de ellos hace un viaje en una nave espacial a velocidades cercanas a la velocidad de la luz. El otro se queda en la Tierra. De regreso en la Tierra el que viajaba se aprecia más joven, que el que se quedó en la Tierra. Esto según efectos de la Teoría Especial de la Relatividad. Pero desde el punto de vista del viajero, el que se mueve alejándose es el que quedó en la Tierra, y el gemelo de la nave es quien tendría que envejecer más rápido. (El fronterizo, 2014).
En este caso como se explicaría esta paradoja:
Al terminar el viaje, cuando los gemelos se vuelven a encontrar en la Tierra, ambos han envejecido. Pero, por los efectos de la Relatividad Especial, el viajero es más joven que su hermano. Hasta aquí no hay ninguna paradoja ni contradicción. El problema aparece cuando tomamos en cuenta el hecho de que la velocidad no tiene un sentido absoluto, sino que es relativa. En otras palabras, necesitamos definir un sistema de referencia respecto del cual medimos nuestra velocidad. (El fronterizo, 2014)
Cada gemelo va comparando su reloj con el reloj del otro (sistema), por lo que no resulta raro que el reloj de cada uno marche más lentamente que el del otro. Entonces cada uno puede decir que es más joven que el otro, es decir, que los efectos son los mismos para ambos gemelos. ¿Por qué? El primer postulado de la relatividad establece que todas las leyes de la Física son las mismas para todos los sistemas inerciales. Cuando se alejó el astronauta tuvo que acelerar la nave y de regreso debió frenarla; es decir que el sistema está acelerado. Todo sistema que se acelera deja de ser inercial. Como la nave se convirtió, aunque sólo momentáneamente en un sistema no inercial, el gemelo de la nave regresa más joven. (Villaseñor, s. f.).pág. 53.
Curiosidad:
Aunque parezca lejos de la realidad cotidiana, se han llevado a cabo experimentos directamente con dos relojes gemelos de gran precisión. Ambos se sincronizan en un aeropuerto y después uno de ellos se sube a un avión que despega y se mueve a gran distancia volviendo más tarde al aeropuerto de partida. Cuando los relojes de nuevo se ponen juntos se comprueba que el reloj que ha viajado en el avión se ha retrasado. El retraso es mínimo ya que la velocidad del avión es muy pequeña comparada con la de la luz, pero hoy en día hay relojes de gran precisión que pueden medir tiempos extremadamente cortos. (Instituto de Astrofísica de Canarias. s.f.).
En este caso como se explicaría esta paradoja:
Al terminar el viaje, cuando los gemelos se vuelven a encontrar en la Tierra, ambos han envejecido. Pero, por los efectos de la Relatividad Especial, el viajero es más joven que su hermano. Hasta aquí no hay ninguna paradoja ni contradicción. El problema aparece cuando tomamos en cuenta el hecho de que la velocidad no tiene un sentido absoluto, sino que es relativa. En otras palabras, necesitamos definir un sistema de referencia respecto del cual medimos nuestra velocidad. (El fronterizo, 2014)
Cada gemelo va comparando su reloj con el reloj del otro (sistema), por lo que no resulta raro que el reloj de cada uno marche más lentamente que el del otro. Entonces cada uno puede decir que es más joven que el otro, es decir, que los efectos son los mismos para ambos gemelos. ¿Por qué? El primer postulado de la relatividad establece que todas las leyes de la Física son las mismas para todos los sistemas inerciales. Cuando se alejó el astronauta tuvo que acelerar la nave y de regreso debió frenarla; es decir que el sistema está acelerado. Todo sistema que se acelera deja de ser inercial. Como la nave se convirtió, aunque sólo momentáneamente en un sistema no inercial, el gemelo de la nave regresa más joven. (Villaseñor, s. f.).pág. 53.
Curiosidad:
Aunque parezca lejos de la realidad cotidiana, se han llevado a cabo experimentos directamente con dos relojes gemelos de gran precisión. Ambos se sincronizan en un aeropuerto y después uno de ellos se sube a un avión que despega y se mueve a gran distancia volviendo más tarde al aeropuerto de partida. Cuando los relojes de nuevo se ponen juntos se comprueba que el reloj que ha viajado en el avión se ha retrasado. El retraso es mínimo ya que la velocidad del avión es muy pequeña comparada con la de la luz, pero hoy en día hay relojes de gran precisión que pueden medir tiempos extremadamente cortos. (Instituto de Astrofísica de Canarias. s.f.).